domingo, 11 de julio de 2010

12 de Julio: Día del Arquero

El arquero es otra cosa. Está siempre a nuestras espaldas, y cuando más nos divertimos –atacando– es el que menos participa de nuestros placeres. Es el que menos abrazos recibe, es el que menos recompensas se lleva: si jugamos bien, ni la toca; y si jugamos mal, lo sufre más. Cuanto más cerca estamos de él, peor la pasamos
Está únicamente para impedir. Está para alegrar al rival defeccionando. Sin él no somos nada, pero con él nada es suficiente. Del gol en contra todo nuestro sistema defensivo es responsable, pero se lo cargamos a su cuenta. Es parte fundamental de nuestro equipo, pero no juega a lo que jugamos nosotros, juega a otra cosa (juega a atajar). Nosotros nunca utilizamos las manos salvo para el saque lateral, él sólo utiliza los pies para alejar la pelota de su arco. Si el nueve nuestro gambetea al arquero de ellos en su área es un genio, si nuestro arquero gambetea al nueve de ellos en el área nuestra es un maldito irresponsable. Cuando lo embocan, fue porque se equivocó o porque no hizo lo suficiente, y si no lo puteamos es porque le perdonamos la vida. De vez en cuando, si se manda una jugada heroica, recibe una palmada. Pero cuando hacemos un gol, en el festejo está más solo que el árbitro.
Si ganamos, el goleador es el héroe del equipo y el ídolo del club, del barrio o del país, y el arquero es una pieza más del equipo. Pero el arquero responsable de una derrota, en cambio, se tiene que meter bajo la cama. Usa gorra, guantes, a veces pantalón largo, una camiseta distinta de todas y tiene un entrenamiento especial. El arquero tiene el mundo dado vuelta: disfruta del momento y del espacio cuando sólo ve espaldas, se preocupa cuando sólo hay rostros, empalidece cuando sólo ve ojos, se quiere morir cuando sólo ve piolines.
De adelante le pueden llegar nada más que peligros. Y atrás del arco ruge un monstruo experto en lanzamiento de objetos duros y certeros. "Los errores del arquitecto se tapan con columnas, los del cocinero con salsas, los del médico con tierra y los del arquero con insultos."
¡Qué lugar el del arquero, por Dios!
De la anécdota del gordito dueño de la pelota que lo mandan al arco (casi de lástima), pasando por cierto lugar común en el fútbol "y... es arquero", "es el puesto más bobo", etc., para llegar al "te pago el día del arquero", un día que se presume inexistente, y que deja huérfanos a los de esta extraña condición.
Repasemos: -Se viste distinto.
-Puede usar gorra.
-Tradicionalmente usa el Nº 1.
-El único que puede usar las manos en un deporte que se juega enteramente con los pies.
-El único que puede atajar penales.
-Piensa distinto.
-Puede prevenir goles merced a su visión privilegia da y su voz de mando.
-El único que, en general, festeja los goles solo.
-El puesto más difícil para ser suplente: el jugador de campo de una forma o de otra, si es bueno encuentra una ubicación aunque no sea la que está más acostumbrado.

"El arquero suele ser bueno cuando pasa inadvertido, cuando hace fácil lo difícil, cuando simplifica. Se repara en él cuando se equivoca y su error no es solamente suyo: TODOS LOS DEMÁS PAGAN POR ÉL Y ÉL PAGA POR TODOS"…
Hay una verdad que duele: los goles se los hacen al equipo, pero el vencido es el arquero."










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